No es de extrañar la mala fama de las bombas de calor cuando trabajan en modo calefacción, en este tipo de sistemas hay un par de conceptos que se deberían tener en cuenta a la hora de su instalación si no queremos tener problemas cuando llegue el invierno.
Cuando uno de estos equipos causa sensación de bajo confort y molestias, suele ser principalemente por uno de estos dos motivos:
Estratificación del aire caliente: sensación de “pies fríos”
Con los sistemas de calefacción por aire es muy común que, en días fríos, la masa de aire más caliente se quede en la parte superior del local y la fría en la parte inferior, dando lugar a una sensación bastante desagradable de “pies fríos”.
Esto sucede debido a que el aire caliente tiene un peso menor que el aire frío, por lo tanto, si nada lo impide, se situará sobre nuestra cabeza, en la parte más alta de la habitación.
En calefacción, las unidades interiores de este tipo de sistemas funcionan básicamente tomando aire del ambiente, calentándolo, y a continuación impulsándolo al local de nuevo. El problema viene cuando el equipo toma aire de la parte alta de la habitación y lo vuelve a impulsar a la parte alta, esto crea una masa de aire caliente en la zona superior del local que sólo podría beneficiarnos si fuésemos el mismísimo spiderman.
¿Cuál es la solución?
Lo equipos tipo mural (o pared) son los más económicos, pero son también uno de los principales causantes de este efecto, ya que sus reducidas dimensiones hacen que la toma e impulsión de aire estén muy juntas, además el alcance del “chorro de aire” no suele ser suficiente para cubrir todo el local.
Un posible solución sería instalar un equipo interior tipo suelo, éste que tomaría aire de la parte más baja del local, obligando a bajar a la masa de aire caliente que se encuentra arriba, por lo que crearía una circulación de aire de arriba hacia abajo que nos beneficiaría a la hora de combatir la estratificación.
Además existirían otras posibilidades, como instalar un sistema de distribución de aire por conductos y rejillas, situando la rejilla de toma de aire en la parte baja del local.
Falta de potencia a temperaturas exteriores bajas
Otro motivo por el cual suelen “dejarnos tirados” este tipo de equipos es el bajo rendimiento que ofrecen con temperaturas exteriores menores de 5ºC. Si la persona que instala el equipo hace el cálculo de cargas térmicas “a ojimetro”, es posible que instale un equipo cuya potencia nominal se ajuste a la demanda del local, pero no tenga en cuenta que la potencia que ofrece el equipo con temperaturas exteriores bajas puede ser inferior a la nominal señalada por el fabricante.
Veamos un ejemplo, en la tabla de la imagen se muestra la potencia que ofrece un equipo a diversas temperaturas exteriores. Podrían vendernos una bomba de calor con potencia norminal 19,8kW pensando que es suficiente para nuestro local pero, como se puede ver en la parte subrayada en amarillo, el día que la temperatura exterior sea 0ºC el equipo solo podría ofrecer 14,3kW lo cual, si no se ha tenido en cuenta, podría “dejarnos tirados” justo cuando más se necesita (días más fríos).
Conclusión
La calefacción por bomba de calor puede ser un sistema muy eficiente y confortable, pero existen dos conceptos básicos que hay que tener en cuenta a la hora de instalarlo: la estratificación del aire caliente y el rendimiento con temperaturas exteriores bajas. Si se obvian estas dos cosas, es posible que no tengamos problemas en los días más suaves (más de 5ºC exteriores), pero casi con seguridad, no funcionará correctamente en los días más fríos.